VIOLENCIA SIN CONTROL: CRECEN LAS EJECUCIONES SICARIALES EN CAMPECHE
La tranquilidad en Campeche se ha visto interrumpida por la creciente violencia en la capital y otras regiones del estado. Tras un sábado marcado por incidentes criminales, la calma volvió a la ciudad el domingo, aunque el saldo de los hechos sangrientos continúa impactando a la sociedad campechana. Durante el fin de semana, se sumaron varias ejecuciones al estilo sicarial, elevando la cifra anual a 48 muertes de este tipo en lo que va del 2024, lo que pone en evidencia la expansión del crimen organizado en la región. Estos alarmantes números han generado críticas hacia la gestión de la gobernadora Layda Sansores y la titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Marcela Muñoz.
Uno de los incidentes más violentos tuvo lugar en la comunidad de Josefa Ortiz de Domínguez, en Calakmul, donde Rosalio Sánchez Alvarado, conocido como “El Chalino”, fue asesinado por presuntos sicarios asociados con el cártel de Los Chapitos. Este acto marcó el inicio de una serie de homicidios que continuarían en distintos puntos del estado, como Candelaria y Ciudad del Carmen, profundizando la sensación de inseguridad.
En Candelaria, a tan solo 100 metros de la frontera con Guatemala, un hombre guatemalteco de 33 años, identificado como E.R.H.C., fue acribillado con al menos diez disparos. Este ataque fue seguido por otro incidente en la colonia Esperanza de Campeche, donde un conductor fue interceptado y baleado por motociclistas. La víctima, identificada como Roberto N.C.M., había sido amenazada previamente mediante mensajes en mantas colocadas en diferentes partes de la ciudad.
A medida que avanzaba el día, la violencia no cedía. Un joven ciclista fue ejecutado en Ciudad del Carmen a plena luz del día, en un hecho que las autoridades vinculan con disputas entre grupos de narcotraficantes locales. El sábado por la noche, un hombre fue asesinado dentro de un anexo de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos, cerrando una jornada de extrema violencia en la región.
El incremento en las ejecuciones estilo sicarial ha encendido las alarmas entre los ciudadanos. En comparación con el año anterior, cuando se registraron 77 homicidios, solo 18 fueron considerados bajo esta modalidad. En 2024, sin embargo, la cifra ha aumentado drásticamente, con 48 ejecuciones documentadas hasta la fecha. La Fiscalía General del estado ha admitido su incapacidad para realizar detenciones significativas en la mayoría de los casos, lo que ha generado una creciente preocupación por la efectividad de las estrategias de seguridad.
La respuesta insuficiente por parte de las autoridades ante esta ola de violencia está generando cada vez más interrogantes sobre el compromiso del gobierno estatal para frenar el avance del crimen organizado en Campeche. Los habitantes viven con la incertidumbre de cuándo se restablecerá el orden y la seguridad en sus comunidades.