Tensión Diplomática entre México y EE. UU. por la Captura de El Mayo Zambada
La reciente captura de Ismael "El Mayo" Zambada, una de las figuras clave del Cartel de Sinaloa, ha desatado tensiones diplomáticas entre México y Estados Unidos. En respuesta a las quejas del Gobierno mexicano sobre la falta de información, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, defendió la postura de su país presentando una cronología de las comunicaciones entre ambos gobiernos desde la detención de Zambada en julio pasado. Durante una conferencia de prensa, Salazar afirmó que la captura debería considerarse una "victoria" en la lucha contra el narcotráfico, subrayando que Estados Unidos ha mantenido una comunicación activa con las autoridades mexicanas en torno a este caso. Sin embargo, algunos detalles siguen siendo motivo de controversia y escepticismo por parte de México.
Alejandro Gertz Manero, fiscal general de México, expresó que, a pesar de la información proporcionada por Washington, aún existen elementos clave sin resolver, como la identidad del piloto y la procedencia de la avioneta en la que fue trasladado Zambada a territorio estadounidense. Gertz señaló que las autoridades mexicanas sospechan que Zambada fue traicionado por Joaquín Guzmán López, "El Güero", hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, sugiriendo que este último podría haber colaborado con EE. UU. en la entrega del capo sinaloense. La Fiscalía General de la República enfatizó la necesidad de obtener más detalles de sus contrapartes estadounidenses para completar el panorama de esta captura y las posibles traiciones internas dentro del cartel.
En defensa de las acciones de Estados Unidos, Salazar mostró varias cartas intercambiadas entre altos funcionarios de ambos países, incluyendo mensajes del fiscal Merrick Garland, en los que se reconocen los esfuerzos conjuntos para combatir a los líderes del narcotráfico. Garland mencionó que presionar a figuras como Ovidio Guzmán ha sido clave para debilitar a las organizaciones criminales y aseguró que la entrega de Joaquín Guzmán López representa un triunfo para ambas naciones. Estas comunicaciones, detalló Salazar, subrayan el compromiso compartido en la lucha contra el crimen organizado.
Sin embargo, persisten las dudas sobre la intervención estadounidense en territorio mexicano y el rol de los agentes involucrados en la captura de Zambada. En una carta a la ex canciller mexicana Alicia Bárcena, el secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, reiteró que Washington no realizó una operación directa en México para capturar a Zambada. Además, Salazar desmintió que el piloto del avión utilizado fuera un empleado estadounidense, aunque la falta de claridad sobre el operativo ha alimentado el escepticismo en México. Ante las preguntas de los periodistas, Salazar enfatizó que ni el avión ni el piloto pertenecían a su país, buscando poner fin a las especulaciones.
Pese a las tensiones, Salazar destacó la relación bilateral, refiriéndose a Claudia Sheinbaum, presidenta de México, como una "campeona de la relación bilateral". Aun así, mostró signos de desgaste debido a la constante fricción diplomática en torno a este caso. Aseguró que EE. UU. continuará colaborando en temas críticos como el combate al narcotráfico y la migración, reafirmando que la seguridad es una prioridad conjunta para la prosperidad regional. En medio de este panorama, el embajador dejó claro que la cooperación entre ambas naciones en materia de seguridad no se verá interrumpida.