SEDENA INTERCEPTA EL 40% DEL ARMAMENTO QUE CRUZÓ LA FRONTERA CON ESTADOS UNIDOS EN 2024


En lo que va de 2024, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha intensificado su lucha contra el tráfico de armas en las entidades fronterizas de México, particularmente en estados como Sonora, Chihuahua, Tamaulipas y Baja California. Estos cuatro estados han sido los principales puntos de intervención, donde se ha logrado asegurar alrededor del 40% del arsenal detectado a nivel nacional. En total, la Sedena ha confiscado 7,109 armas de fuego, incluidas tanto cortas como largas, como parte de sus operativos para frenar el flujo ilegal de armamento proveniente de Estados Unidos, el cual es utilizado en gran medida por las células criminales, como las vinculadas al Cártel de Sinaloa.

La estrategia de seguridad de la Sedena se ha centrado en la instalación de Puestos Militares de Seguridad Estratégicos, como el ubicado en Querobabi, Sonora, en la Carretera Federal No. 15 México-Nogales, que ha sido clave en la detección y aseguramiento de armas provenientes del vecino país del norte. Además, se han realizado operativos de alto impacto en casas de seguridad y campamentos de criminales, donde se han confiscado grandes cantidades de armamento. A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue siendo crítica, ya que el ingreso de armas desde Estados Unidos es un fenómeno constante y cada vez más difícil de contener.

En particular, Sonora se ha destacado como uno de los estados más afectados, con un total de 1,371 armas decomisadas entre enero y octubre de 2024. Localidades como San Luis Río Colorado, cerca de la frontera con Arizona, y Sonoyta, en la frontera con Luckville, Arizona, han sido puntos calientes en este esfuerzo. En estos municipios, la Sedena ha asegurado cientos de armas, incluidas fusiles de asalto de alto calibre, ametralladoras y pistolas. En Baja California, los aseguramientos han sido concentrados principalmente en Tijuana, donde se han decomisado más de 200 armas, incluyendo tanto pistolas como fusiles de asalto. Los operativos en estos puntos fronterizos son parte de una estrategia coordinada para frenar la entrada de armas que alimentan la violencia en diversas regiones del país.

Chihuahua y Tamaulipas también han sido escenarios importantes de los operativos de la Sedena. En ciudades como Ojinaga y Ciudad Juárez, se han confiscado fusiles de alto calibre, pistolas y hasta lanzagranadas. En Tamaulipas, los aseguramientos más relevantes se han dado en Reynosa y Matamoros, puntos estratégicos de tránsito hacia Estados Unidos, donde se han decomisado decenas de fusiles de alto poder. Estos estados, junto con los demás puntos fronterizos, reflejan la magnitud del problema del tráfico de armas en México, que alimenta la violencia relacionada con el crimen organizado.

Cada año, según estimaciones de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos, cerca de 20,000 armas ilegales ingresan a México desde el vecino país del norte, muchas de ellas con destino a los grupos del crimen organizado. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha destacado en declaraciones recientes que el 70% de las armas incautadas a delincuentes en el país provienen de Estados Unidos. Esta realidad sigue siendo uno de los principales puntos de fricción en la relación bilateral, con México solicitando mayores esfuerzos para frenar el tráfico de armamento hacia su territorio.