PROTESTA EN HARO POR EL MAL ESTADO DE LAS CALLES


Los habitantes del ejido Haro, ubicado en la Junta Municipal de División del Norte en Escárcega, decidieron cerrar un tramo de la calle principal que conecta con los ejidos Don Samuel y Lunal, así como con el municipio de Candelaria. Esta acción se llevó a cabo la noche del miércoles en respuesta a la preocupante situación de las vías, que se encuentran en un estado deplorable. La decisión de protestar surge tras la falta de atención por parte del gobierno a las solicitudes de rehabilitación que han sido planteadas por la comunidad en varias ocasiones.

La situación de las calles ha empeorado considerablemente debido al constante tránsito de volquetes que transportan material y las recientes lluvias, lo que ha agraviado aún más las condiciones de las vías. A pesar de los reiterados llamados de los habitantes, el gobierno ha ignorado sus peticiones, generando un malestar profundo en la comunidad. La frustración de los residentes ha aumentado, ya que sienten que sus preocupaciones no están siendo atendidas.

El descontento de los pobladores se ha intensificado, en gran parte, debido a la falta de respuesta de la Gobernadora del Estado, Layda Elena Sansores San Román. Esta situación ha llevado a los manifestantes a señalar que el deterioro de las calles no es un problema aislado, sino que afecta a otros sectores, y han advertido que están dispuestos a cerrar más vías si sus demandas no son atendidas. La inacción del gobierno estatal ha creado un ambiente de desesperación entre los ciudadanos, quienes consideran que su calidad de vida y movilidad diaria se ven seriamente comprometidas.

La comunidad del ejido Haro espera que esta protesta sirva como un llamado de atención a las autoridades para que adopten medidas inmediatas y efectivas. Los pobladores están exigiendo una respuesta concreta y acciones rápidas para mejorar las condiciones de las calles. La situación es crítica, y los habitantes buscan garantizar la seguridad y el bienestar de todos en la región, enfatizando que la atención a este problema es esencial para su desarrollo y calidad de vida.

En resumen, los habitantes del ejido Haro han alzado su voz ante las condiciones inaceptables de sus calles, tomando medidas drásticas para exigir la intervención de las autoridades. Confiando en que su protesta generará la atención necesaria, los residentes están decididos a continuar luchando por un cambio positivo en su comunidad.