PLAN GOLPISTA EN BRASIL: MILITARES PLANEABAN MAGNICIDIO CONTRA LULA Y ALCKMIN


La Policía brasileña reveló un detallado plan golpista destinado a asesinar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes. Este esquema, planeado entre noviembre y diciembre de 2022, involucró a militares de élite y un arsenal de guerra que incluía lanzagranadas y agentes químicos. Los responsables buscaban evitar la investidura de Lula, asegurando la continuidad de Jair Bolsonaro en el poder.

El complot, denominado Puñal Verde Amarillo, incluía códigos y nombres clave para mantener el anonimato de los implicados, como llamar "Jeca" a Lula y "Joca" a Alckmin. Según las autoridades, el general retirado Mario Fernandes fue identificado como el principal estratega, mientras que una fuerza élite conocida como kids pretos sería el brazo ejecutor del plan. Incluso se descubrió la presencia de un infiltrado en el equipo de seguridad de Lula.

La Policía halló documentos detallados, incluidos mensajes y listas con el equipamiento necesario para el ataque. Entre las armas mencionadas estaban una ametralladora M249, un lanzacohetes AT4 y dispositivos de envenenamiento. Según los golpistas, el objetivo era eliminar a Lula aprovechando su salud vulnerable y sus frecuentes visitas al hospital. Además, planeaban asesinar a Alckmin y a un tercer objetivo no identificado, cuya eliminación, según ellos, desarticularía a la izquierda radical.

El informe señala que Jair Bolsonaro tenía pleno conocimiento del plan. Entre los acusados figuran 37 personas, incluidas figuras cercanas al expresidente como Walter Braga Netto, exministro de Defensa, y el teniente-coronel Mauro Cid. En una reunión realizada en noviembre de 2022, se discutieron “todas las medidas necesarias” para ejecutar el plan.

El Palacio de Planalto fue uno de los lugares donde se imprimieron documentos clave relacionados con el intento de magnicidio. Además, los golpistas idearon un plan de fuga internacional para Bolsonaro en caso de que el complot fallara. La revelación de este esquema refuerza las denuncias contra Bolsonaro y su círculo cercano, quienes enfrentan acusaciones de conspiración para un golpe tras las elecciones de 2022.