NUEVO ALIADO EN LA INVASIÓN RUSA A UCRANIA



La relación entre Corea del Norte y Rusia ha tomado un giro significativo desde que Vladímir Putin solicitó ayuda militar a Kim Jong-un en septiembre de 2023. Esta acción, que fue interpretada como un signo de debilidad por parte de Rusia, ha evolucionado en una asociación estratégica. A más de un año de la invasión de Ucrania, ambas naciones se han acercado, buscando beneficios mutuos en un contexto de aislamiento global. Los vastos arsenales de Corea del Norte, heredados de la era soviética, se han convertido en un recurso esencial para la maquinaria bélica rusa, haciendo de Pyongyang un aliado indispensable en la guerra.

Desde el primer informe sobre el envío de municiones norcoreanas a Rusia, se ha evidenciado que la colaboración se ha intensificado. Se estima que hasta la mitad de los proyectiles utilizados por los obuses rusos provienen de Corea del Norte. En total, Pyongyang habría suministrado alrededor de tres millones de proyectiles, aunque se ha discutido la calidad de estos, ya que muchos son de almacenamiento prolongado y se presentan con defectos. Mientras tanto, la superioridad de la artillería rusa ha disminuido significativamente debido a los ataques de drones ucranianos que han afectado a sus depósitos de armamento.

El avance de las tropas rusas en la provincia de Donetsk ha sido, según diversos informes, respaldado por el suministro norcoreano. Sin embargo, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha señalado que la colaboración ya no se limita a la provisión de armas; Corea del Norte también estaría enviando tropas a apoyar las operaciones rusas. Esta inquietante evolución resalta la necesidad de Ucrania de fortalecer sus lazos con aliados, buscando apoyo más allá de los sistemas de armamento tradicionales.

Desde la perspectiva militar, varias fuentes han revelado que miles de soldados norcoreanos podrían estar recibiendo entrenamiento en Rusia para unirse a las fuerzas de combate en Ucrania. Se sospecha que estos soldados asumirían roles en la defensa y en la contención de tropas rusas en la línea del frente. Este cambio en la estrategia podría significar un aumento de la implicación norcoreana en el conflicto, lo que podría complicar aún más la situación en la región.

La colaboración entre Rusia y Corea del Norte ha alcanzado un nuevo nivel con un tratado de asociación estratégica que busca formalizar el apoyo militar mutuo. Aunque el Kremlin y Pyongyang han desmentido las especulaciones sobre la extensión de sus lazos, se ha informado sobre la identificación de armamento norcoreano en acciones militares en Ucrania. A pesar de las reticencias de Beijing a reconocer formalmente las conquistas rusas, la alianza entre Moscú y Pyongyang parece cada vez más robusta, formando un frente que desafía a las potencias occidentales.