LA NASA RECIBE UN MENSAJE INTERPLANETARIO QUE PODRÍA CAMBIAR LA HISTORIA


La NASA ha dado un gran paso en la exploración espacial al recibir un mensaje láser desde una distancia récord de 466 millones de kilómetros, la mayor entre la Tierra y Marte. Este hito fue posible gracias al innovador sistema Demostrador Tecnológico del Espacio Profundo (DSOC), el cual es fundamental para las misiones tripuladas a la Luna y, eventualmente, a Marte. El mensaje provino de la sonda espacial Psyche, equipada con un transceptor láser, marcando un antes y un después en la comunicación interplanetaria.

El logro obtenido con Psyche no es solo un avance tecnológico, sino una muestra de lo que está por venir en futuras misiones espaciales. La capacidad de comunicarse a través de largas distancias será esencial cuando la humanidad emprenda la ambiciosa misión de llegar a Marte, programada para el 2030. Este avance permite a la NASA probar y perfeccionar la tecnología que hará posible una comunicación efectiva a tales distancias extremas.

La sonda Psyche, enviada al cinturón de asteroides, tiene un objetivo claro: estudiar el asteroide homónimo, una formación rica en metales que se cree es clave para entender los procesos de formación de los núcleos planetarios. Su composición, de una mezcla de metal y silicato, y su superficie variada ofrecen una ventana única para los científicos que desean comprender más sobre la estructura interna de planetas como la Tierra.

Psyche es un objeto colosal, con una extensión de 165,800 kilómetros cuadrados. Su peculiar composición y características geológicas lo hacen uno de los asteroides más intrigantes para la NASA, que busca desvelar los misterios de la formación planetaria. Además, este objeto ha sobrevivido a colisiones violentas que fueron comunes durante la formación del sistema solar, lo que lo convierte en una pieza clave para los estudios astronómicos.

El próximo paso de la misión será reactivar el transceptor láser en noviembre, tras haber estado inactivo durante un año en el espacio. Este sistema será probado nuevamente en preparación para el sobrevuelo de Marte, previsto para mayo de 2026, que permitirá ajustar la trayectoria de la sonda antes de su llegada definitiva al asteroide en 2029. Esta misión será crucial para el avance de la exploración espacial y la preparación para futuros viajes tripulados.