EXPLOSIÓN DEL STARSHIP Y RUPTURA CON TRUMP FRENA EL SUEÑO MARCIANO DE ELON MUSK
El ambicioso objetivo de Elon Musk de llevar humanos a Marte ha sufrido un nuevo revés. En medio de una serie de explosiones fallidas de su nave Starship durante 2025, el magnate ahora también enfrenta un rompimiento político con Donald Trump, lo que debilita su influencia en los programas espaciales del gobierno estadounidense. Tras tres lanzamientos frustrados en lo que va del año y una reciente explosión durante una prueba en tierra, los planes de SpaceX se tambalean y su alianza con la administración republicana, clave en sus avances recientes, parece haberse disuelto.
El más reciente incidente ocurrió en la base espacial Starbase, en Texas, donde un ensayo estático provocó una gran bola de fuego, aunque sin heridos. Pese a los intentos de Musk por minimizar el hecho y asegurar que no hay riesgo para los habitantes cercanos, la acumulación de fallos pone en duda la viabilidad del programa Starship. Esta nave, compuesta por el cohete Super Heavy y una cápsula también llamada Starship, es pieza central para cumplir con los compromisos adquiridos con la NASA y para realizar el primer viaje humano a Marte antes del 2030, como Musk había prometido.
La estrategia de "fallar rápido para aprender rápido", que tanto ha distinguido a SpaceX de otras agencias espaciales, comienza a mostrar sus límites. Aunque la empresa ha hecho historia con sus cohetes reutilizables y las exitosas misiones de las naves Dragon, las repetidas explosiones del Starship, incluyendo una desintegración en pleno vuelo sobre el Índico, amenazan con poner en pausa tanto los planes marcianos como la participación de SpaceX en el programa Artemisa de la NASA. La agencia espera recibir pronto la versión lunar del Starship para llevar astronautas nuevamente a la superficie de la Luna en 2027.
A este panorama incierto se suma un giro político inesperado. Trump retiró su apoyo a Jared Isaacman, el astronauta privado aliado de Musk, quien estaba a punto de ser nombrado director de la NASA. Esto ocurrió justo después de que Musk renunciara a su puesto como asesor presidencial, evidenciando una ruptura con el expresidente. La administración de Trump también ha propuesto recortes presupuestales históricos para la NASA, lo que amenaza con frenar muchas de sus misiones científicas. Sin el respaldo político que gozaba hasta hace poco, Musk deberá ahora convencer por otros medios a Washington de seguir financiando sus sueños extraplanetarios.
Pese a las dificultades, SpaceX mantiene una influencia clave. La dependencia de la NASA en los cohetes Falcon y las cápsulas Crew Dragon para el transporte de astronautas le otorgan a Musk una carta poderosa. Mientras la NASA batalla con el retraso de la nave Starliner de Boeing y las tensiones con Rusia dificultan el uso de la cápsula Soyuz, las naves de SpaceX siguen siendo la opción principal de transporte. A ello se suma que Musk ha conseguido transformar su base espacial Starbase en ciudad oficial del estado de Texas, con un alcalde leal a su causa, consolidando así su dominio territorial y legal sobre el sitio desde donde despegaría la aventura a Marte.
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#BMnoticias | Elon Musk enfrenta nuevas explosiones de Starship y ruptura con Trump, lo que complica sus planes de llegar a Marte.