Empresas Turísticas en Quintana Roo No Están Preparadas para la Reducción de la Jornada Laboral


Las empresas del sector turístico en Quintana Roo enfrentan desafíos ante una posible reforma laboral que reduciría la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. De acuerdo con un reciente estudio realizado por la consultora de riesgo AON, el 55% de estas empresas no tienen planes de mitigación para mantener la productividad bajo este nuevo esquema. Esto ha generado preocupación entre los empresarios, quienes ahora buscan soluciones para adaptarse a las nuevas condiciones laborales.

El estudio revela que seis de cada diez empresas en el estado no cuentan con medidas claras para cumplir con sus objetivos diarios si se implementa la reducción de horas laborales. Entre las opciones que se están considerando se incluyen dos alternativas: la primera consiste en pagar horas extras a empleados seleccionados como necesarios, mientras que la segunda opción es la implementación de contratos de medio tiempo para cubrir las horas faltantes sin afectar la operación.

La situación se complica por el impacto que esta reforma tendría en el empleo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el sector turístico emplea a 481 mil personas en Quintana Roo. Para mantener el nivel de servicios ante la reducción de jornada, sería necesario contratar a aproximadamente 80 mil nuevos empleados, lo que equivale al 20% de la fuerza laboral existente, sólo para cubrir las ocho horas faltantes.

Ante este escenario, muchas empresas están analizando también posibles ajustes en sus políticas salariales. Se ha planteado la posibilidad de recortar los incrementos salariales previstos, así como eliminar bonos de antigüedad y otras compensaciones extraordinarias, como una medida para amortiguar el incremento en los costos de nómina, que se estima aumentará en un 28%.

El sector turístico de Quintana Roo, uno de los pilares económicos de la región, se enfrenta así a un escenario complejo. La necesidad de adaptarse a la nueva jornada laboral sin comprometer la productividad ni los servicios genera incertidumbre entre los empresarios, quienes esperan poder implementar estrategias que permitan mitigar el impacto sin afectar gravemente a sus trabajadores.