SHEINBAUM NIEGA COMPROMISO CON TRUMP PARA CERRAR FRONTERAS


La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, negó haber acordado cerrar la frontera sur del país durante una reciente conversación telefónica con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Esto surge después de que Trump asegurara que Sheinbaum había prometido detener la migración y cerrar las fronteras, lo que generó especulación y controversia sobre el contenido real de la llamada. Sheinbaum insistió en que México mantiene su postura de construir puentes entre naciones en lugar de levantar barreras.

El diálogo entre ambos mandatarios se produjo en un contexto de tensión, tras el anuncio de Trump de imponer aranceles de hasta un 25 % a las importaciones de México y Canadá como medida para presionar el control de la migración y el tráfico de drogas. Sheinbaum respondió inicialmente con un tono firme, prometiendo represalias económicas en caso de una guerra comercial. Sin embargo, en declaraciones posteriores, aclaró que la llamada fue cordial y que ambos líderes acordaron continuar el diálogo en el futuro.

Sheinbaum explicó que en la conversación se abordaron temas de migración y tráfico de fentanilo, pero negó haber tratado los aranceles, asegurando que “no hay posibilidad de una guerra comercial”. Además, enfatizó que una caravana de migrantes no alcanzaría la frontera norte, pero reiteró que cerrar las fronteras nunca ha sido una opción para México.

Trump ha señalado que los aranceles se mantendrán hasta que México y Canadá logren frenar la migración ilegal y el narcotráfico. Estas medidas, sin embargo, han sido calificadas como una violación al acuerdo comercial T-MEC, firmado en 2018 durante la primera presidencia de Trump, y han generado preocupación en ambos países.

El flujo migratorio y el comercio se han mantenido como puntos clave en las relaciones bilaterales. Bajo presión de Estados Unidos, México ha intensificado sus acciones para controlar el tránsito migratorio, mientras ha solicitado a Washington acciones concretas para frenar el tráfico de armas. A medida que Trump se prepara para asumir su segundo mandato, el gobierno mexicano enfrenta el reto de negociar una postura firme que evite tensiones económicas sin comprometer sus principios diplomáticos.