¿Cómo el coronavirus ha cambiado la industria restaurantera?

El 2020 ha marcado un hito histórico para la humanidad. La aparición del Covid-19 ha obligado a transformar la manera en que nos relacionamos entre nosotros mismos y con el entorno, creando lo que muchos llaman “la nueva normalidad”.

La industria restaurantera no ha quedado exenta de estos cambios. Sin embargo, esta crisis también ha creado nuevas oportunidades de negocio, a la vez que ha alterado desde los hábitos de consumo hasta la arquitectura de los restaurantes.

¿Cómo luce la nueva normalidad en los restaurantes?

La palabra reinvención se ha repetido como un mantra en la industria restaurantera. La importancia de aprender a adaptarse a los nuevos requerimientos sociales son la clave para no perder en medio de la crisis global.

Por un lado, entender cuáles son las preocupaciones y requerimientos de seguridad para evitar el contagio del COVID-19 en restaurantes. Por el otro, los hábitos de consumo de un cliente que no sólo teme por su salud, sino que además tiene una actitud más cuidadosa con su dinero, han traído cambios que se empiezan a ver en la mayoría de los restaurantes.

Además de los cambios más obvios, como el uso de medidas de higiene y protección de todo el personal (mascarillas, cubre bocas y demás), existen otros que pueden transformar profundamente la industria como la conocemos.

- Uso de tecnología:

El virus permanece vivo en superficies de diferentes materiales por un tiempo prolongado, así que el uso de cartas se ha reemplazado por menús digitalizados, que pueden consultarse en el sitio web del restaurante a través del celular.

Asimismo, se evita el uso de efectivo que puede convertirse en un vector de transmisión. Se hace imperativo contar con un kit punto de venta que admita el pago con tarjetas.

Pero la integración tecnológica no termina allí, pues se puede utilizar un punto de venta que permita simplificar la comunicación entre el mesero y la cocina. Gracias a esta tecnología es posible enviar la orden en tiempo real al chef, haciendo modificaciones en caso de ser necesario.

Se busca proteger al personal, evitando contactos innecesarios y minimizando su exposición al virus.

- Restaurante en casa

Lejos quedó la época en que las únicas opciones para comer en casa era la comida rápida. Es cierto que los hábitos de consumo de esta generación ya habían obligado al sector de los restaurantes a probar el e-commerce a través del reparto a domicilio.

Sin embargo, el Coronavirus terminó de empujar a restaurantes de todas las categorías a crear nuevos clientes, fidelizar a los antiguos e innovar a través del servicio de delivery, pick-up y catering.

Hay restaurantes de alta cocina que están ofreciendo cajas con experiencias gastronómicas completas. Comida empacada al vacío con instrucciones precisas para calentar y emplatar en casa, con la idea de reproducir la experiencia del restaurante en casa.

- Cambios en la arquitectura y distribución del espacio

Mantener una distancia de 2 metros entre las mesas ha supuesto todo un reto para los restaurantes, quienes se han visto en la obligación de limitar el aforo. Incluso hay quienes han tomado las aceras y calles para hacer ambientes en los que sus clientes se sientan más seguros.

Estos cambios también ocurren en el exterior de los locales: estacionamientos que se han convertido en carriles para el drive-thru, espacios demarcados para clientes que esperan sus pedidos y secciones para zonas de recogida.

Incluso hay quienes asoman la posibilidad de la desaparición de los salones en muchos restaurantes, que podrían dedicarse por completo al servicio de domicilios y recogidas.

Todos estos cambios, lejos de tener un matiz negativo, pueden observarse como una oportunidad de crecimiento y adaptación de una industria que durante años se había resistido a transformar su esencia.

Integrar nuevas herramientas tecnológicas, como el POS supone una serie de ventajas para el restaurante, incluyendo una mejor administración de recursos y la posibilidad de ofrecer un mejor servicio.